Estamos todos de acuerdo que el personal de una empresa es uno de sus activos más valiosos, por lo que todos los empresarios desean tener la mejor plantilla posible. Eso sí, hemos de ser muy conscientes de lo que podemos o no podemos pagar por un trabajador, para que las cuentas de la empresa se mantengan saludables. Por ello, a la hora de incrementar tu plantilla es conveniente que tengas claro cuánto te cuesta cada trabajador, ya que el gasto de personal abarca mucho más que el salario que percibe.

Aunque podríamos hablar largo y tendido sobre este tema, en este blog queremos indicarte unas pequeñas pautas para despejar las principales dudas que puedas tener al respecto, y en Gaudium Asesores podemos ampliarte estos datos, si así lo deseas.

 

¿Cuál es el coste real de un trabajador?

Como hemos indicado anteriormente, el coste de un trabajador va más allá del salario que percibe. Resumiendo, se podría decir que ese salario constituye el 70% del coste, quedando el resto repartido entre los seguros sociales (20%) y otros conceptos como la prestación social, formación o indemnización (10%).

 

¿Cómo calculo el coste de Seguridad Social?

No hay un importe exacto de Seguros Sociales que paga la empresa mensualmente por el trabajador, ya que depende de aspectos como el sueldo bruto, el régimen al que pertenezca, el tipo de contrato, el grupo de cotización, etc.

Pero sí puede decirse, grosso modo, que el coste que la empresa paga por los Seguros Sociales de un trabajador, oscila entre el 30% y el 35% de su salario bruto.

 

¿Qué ocurre con el IRPF?

Otro concepto que no hemos de olvidar es que el IRPF no pertenece a la empresa. Mensualmente, en la nómina de cada trabajador, se descuenta el importe del IPRPF según su porcentaje aplicado. Este porcentaje tampoco es fijo, ya que se calcula en base al salario y a las circunstancias particulares de cada trabajador.

Pero la empresa ha de tener claro que es un importe que descuenta al trabajador “a cuenta” de su impuesto sobre la renta, y que él deberá liquidar como corresponde. Por ello, las declaraciones de retenciones de la Agencia Tributaria no se pueden aplazar ni fraccionar, ya que se considera que es un dinero que nunca ha pertenecido a la empresa y por ende no debe contar con él.

 

¿Hay otros costes no directos?

Todo trabajador, nuevo o ya en plantilla, conlleva una serie de costes que no se ven reflejados en su nómina ni en sus gastos sociales, tales como la formación, el PRL, las herramientas, material o maquinaria necesarios para realizar su trabajo, posibles contrataciones de personal eventual en caso de baja médica o vacaciones.

Al final, todo ello suma y has de tener en cuenta a la hora de saber qué salario puedes ofrecer a un trabajador que quieras incorporar a tu empresa.

 

Aquí os hemos mostrado unas nociones básicas, pero nuestro consejo es que siempre cuentes con los mejores profesionales que puedan llevar a cabo este trabajo, para evitar sustos o disgustos posteriores. Por eso, en Gaudium Asesores estamos siempre a tu servicio.