Sentirse bien respaldado a la hora de gestionar una empresa es fundamental y en esto, tu asesor debería ser tu mayor y mejor apoyo. Por ello, hablamos de algunas acciones que te permitirán sacar mayor partido de tu asesor:

1) La declaración de impuestos correspondiente. Esto se da por hecho, pero es lo primero que debes exigirle:  la presentación anual, anual y periódica, de los tributos de una forma óptima: pagar impuestos es fácil, pagar los impuestos adecuados es más complicado.

2) Conocer y aprovechar las deducciones. Este es otro de los supuestos básicos de un asesor: estar informado acerca de los impuestos que debes abonar y también si hay cambios en las leyesal respecto.

Es de nota que, además de estar informado, que tu asesor te ayude a aprovechar las deducciones fiscales -por ejemplo, con inversiones en medio ambiente, I+D o Innovación Tecnológica.

3) Ayudarte a establecer la mejor forma jurídica de tu empresa. Precisamente porque tu asesor conoce las obligaciones fiscales que conllevan las diferentes formas jurídicas de una empresa.

4) Trámites de la seguridad social. Otro de los básicos: Tu asesor debe conocer los convenios colectivos, los tipos de contrato, las bases de cotización, las cuotas que debes abonar y las bonificaciones a las que te puedes acoger.

5) Planificación fiscal de tu empresa. Los pagos nunca deberían «pillarte» de sorpresa y menos unos tan previsibles como los de Hacienda. Tu asesor debería informarte de cuándo cuánto tendrás que pagar para que puedas organizarte sabiendo las épocas de pagos con suficiente antelación.

6) Asesoramiento y representación ante Hacienda. La relación con Hacienda es continua, va más allá de los periodos de representación tributaria de tu empresa. Tu asesor es tu representante ante ella, ante notificaciones, inspecciones o cualquier comunicación que te transmitan.

7) Orientación sobre gastos e inversiones en tu sector. Nunca está de más que tu asesor conozca el nicho de mercado en el que tu empresa se mueve, para que pueda asesorarte con conocimiento de causa.

8) Fuente de conocimiento en materia fiscal y financiera. Tu asesor no debe ser reactivo y esperar a que le preguntes. El asesor ideal será proactivo y te enviará una forma regular de noticias relevantes que pueden afectar a tu negocio.

9) Asesoramiento con la gestión de la empresa. Por ejemplo, cómo llevar al día las cuentas, entenderlas, ser capaz de prever riesgos y oportunidades y, por qué no, qué herramientas informáticas pueden ayudar a su procesamiento.

10) Ser un referente de gestión para tu empresa. El proceso minucioso de obtención y manejo de la información, así como el análisis pormenorizado de todas las variables fiscales y financieras de tu empresa convierten a tu asesor en un modelo perfecto a seguir en tu empresa.

Desde nuestro punto de vista, estas son exigencias razonables que deberías hacer a tu asesor. Si quieres aprovecharte de estas y muchas más funciones que un asesor pone a tu disposición, en Gaudium estaremos encantados de ofrecértelas.